Para la decimotercia edición del Campeonato sudamericano de fútbol (conocido bajo el nombre de Copa América desde el 1975), la competición vuelve sobre el suelo peruano por segunda vez de su historia, después [comp_annee:3*1927]la edición de 1927. Seis años pasaron desde el último Campeonato sudamericano, y durante este período, una nueva competición vio la luz, la Copa del Mundo de fútbol. Uruguay, organizadora de la primera edición, se hizo la primera selección campeona del mundo de la historia del fútbol, la consagración de un equipo ya dominador en América del Sur. La Argentina, eterna rival de la Celeste, llegó en final del torneo pero pudo sólo inclinarse frente a los jugadores uruguayos. De este encuentro llevado por Uruguay 4-2 nació una animosidad entre ambas selecciones sudamericanas. En 1934, [comp_annee:1*1934]la segunda Copa del Mundo fue organizada de allí [pays:177]Italia, edición en la cual no participó Uruguay, y en la cual Argentina fue eliminado desde la primera vuelta. Un año más tarde, la CONMEBOL decide resucitar el Campeonato sudamericano y es muy naturalmente pues que argentinos y uruguayos se encuentran en "sus competiciones". Para completar el torneo, Chile participa de nuevo en la competición después de haberse retirado en el momento de las dos últimas ediciones. A la inversa, otras selecciones afiliadas la CONMEBOL, Brasil, [pays:48]Bolivia, y [pays:54]Paraguay, se retiran para el torneo.
Todos los partidos del Campeonato sudamericano de fútbol 1935 se celebran en el estadio Nacional, en la capital del país Lima.
El vencedor del torneo es cualificado para los próximos Juegos olímpicos de verano 1936 en Berlín (Alemania).
Desde la [comp_annee:1*1930]Copa del Mundo en 1930, las reglas del fútbol evolucionaron, cada equipo tiene el derecho en lo sucesivo de efectuar tres sustituciones de jugadores durante un partido. En cambio, el árbitro del encuentro siempre no dispone de tarjetas amarillas y rojas.
Las cuatro selecciones participantes se riñen la victoria en un solo grupo, cada equipo que se encuentra por turno, la primera del grupo llévate la competición. Un partido ganado produce 2 puntos, un empate 1, y una derrota 0 punto.
En caso de igualdad de puntos entre los primeros equipos del grupo, una segunda vuelta está prevista para conocer al vencedor de la competición.
El 6 de enero de 1935, el Campeonato sudamericano de fútbol se presenta.
En el estadio Nacional en Lima, 25,000 espectadores están presentes para asistir al primer partido de la competición, Argentina contra Chile. Argentina, en la sombra de Uruguay desde esta victoria en el momento de la Copa del Mundo 1930, no permanece menos el campeón doble titular en el Campeonato sudamericano de fútbol. El seleccionador Manuel Seoane, antiguo delantero de la Albiceleste y mejor goleador de [comp_annee:3*1925]la edición 1925, puede contar con jugadores motivados, preparados para dar todo en el mismo sitio para conservar el título y pegar otra vez al rival uruguayo. Chile vuelve en una competición que no abordó bien jamás, y para su vuelta quiere defender por fin orgullosamente sus colores. El árbitro peruano del encuentro Sr. Miguel Serra Hurtado hace el saque, y Arturo Carmona surge desde el 8 minuto para engañar el guardameta argentino Bello. Más duramente es hecho para Chile, hay que tener este resultado cueste lo que cueste. El delantero de la Estudiantes de Plata Miguel Ángel Lauri no le deja ninguna posibilidad a Roberto Cortés y Argentina finalmente habrá dudado sólo veinte minutos. Tiempo es silbado sobre este tanteo de paridad, y desde la vuelta de las guardarropas, Arturo Arrieta da la ventaja a argentinos (49'). Sobre el banco de tecla, el seleccionador argentino Manuel Seoane lo quiere todavía más, y Diego García, recogido para el segundo período, marca el tercer gol del partido. Los chilenos ya tienen una rodilla a tierra, y Herminio Masantonio acaba el trabajo al 71 minuto. Tanteo 4-1 final para Argentina, principio de torneo sin nota falsa para el campeón titular.
Una semana más tarde, 25,000 espectadores afluyen en el estadio para animar Perú frente a los temidos uruguayos. El árbitro chileno silba el saque de centro, y los hinchas dan la voz para empujar a los hombres de seleccionador peruano Telmo Carbajo. Los cuarenta y cinco primeros minutos se terminan sobre este tanteo de 0-0, y este partido se dirige todo derecho hacia el reparto de los puntos, cuando "El Manco" Héctor Castro recuerda a la buena memoria de esta competición y viene para engañar el guardameta peruano Juan Humberto Valdivieso (80'). Estupor en las tribunas, está demasiado tarde para Perú, y Uruguay se impone difícilmente, pero sólo la victoria cuenta y ambos puntos de la clasificación.
El 18 de enero, Uruguay rechaza el césped del estadio Nacional, opuesto esta vez a Chile. 33 minuto, el joven delantero de edad de 20 años de Nacional Aníbal Ciocca añade su nombre a la lista de premios de los goleadores de la competición, y nos decimos que Uruguay se fue para infligir una corrección severa a la Roja. Pero el seleccionador uruguayo de la selección chilena Pedro Mazullo quiere cueste lo que cueste pegar el campeón del mundo 1930, y sus jugadores empiezan el segundo período como muertos de hambre. 54 minuto, Carlos Giudice empata para Chile. El tiempo de congratularse, y Aníbal Ciocca firma un doblado un minuto más tarde. Los chilenos son matados, y el tanteo no se mueve más hasta el silbido final. Victoria 2-1 de la selección uruguaya, que cuenta 2 victorias en dos partidos, 4 puntos de la clasificación, el líder de la competición.
Dos días más tarde, Argentina sabe lo que debe hacer si quiere conservar su título, debe obligatoriamente ganar su partido contra Perú. El delantero de la Universitario Teodoro Fernández hiela las ambiciones argentinas dos minutos después del saque de centro. Una sensación enorme está en marcha, pero Herminio Masantonio no le deja duda invadir a sus compañeros y empata al 10 minuto. 1-1 a tiempo, y Diego García, esta vez titular, da la ventaja a la Argentina a la 50'. Perú comienza a doblarse, luego todavía rompe dos veces bajo los asaltos del mismo Masantonio, que acaba el partido por un triplete. Tanteo 4-1 final para la Albiceleste, vuelve a la altura de Uruguay a la clasificación y jugará, como de numerosas veces antes en este torneo, el título en el momento del último partido.
Pero el 26 de enero esta Perú contra Chile, el partido de ambos "perdedores" de la competición. 12,000 espectadores esperan una victoria de los locales, y Alberto Montellanos sella el tanteo del partido desde el 5 minuto. Victoria de Perú sobre la más pequeña de los márgenes, que acaba su torneo el honor salvado, Chile recobra sus costumbres malas con tres derrotas en tres partidos.
El día siguiente, el estadio Nacional se llena poco a poco de 30,000 espectadores, totalmente venidos para el partido del torneo, el campeón doble y titular argentino frente al campeón del mundo uruguayo. El árbitro chileno del partido Sr. Humberto Reginatto hace el saque, y los jugadores uruguayos toman literalmente a la garganta a los jugadores argentinos, Héctor Castro finalizando esta dominación al 18 minuto. 25 minuto, golpe duro para Argentina, su guardameta Fernando Bello debe sacar y dejarle su plaza a su sustituto, el portero del club de San Lorenzo Sebastián Inocencio Gualco. En cuanto a los hombres de seleccionador argentino Raúl V. Blanco, lejos de satisfacerse con esta apertura del tanteo, continúan atacando, y el delantero del Wanderers José Alberto Taboada recoge a frío al nuevo entrante. 2-0 para la Celeste, que termina definitivamente las ilusiones argentinas al 36 minuto cuando Aníbal Ciocca marca su tercer gol de la competición.
Tanteo 3-0 final para Uruguay, que se lleva otra vez un partido decisivo contra el rival argentino, y la Celeste gana por séptima vez de su historia el Campeonato sudamericano de fútbol.
Con 4 goles marcados en el momento de esta competición, el delantero argentino del club de Huracán Herminio Masantonio acaba a mejor goleador del Campeonato sudamericano de fútbol 1935.
Aunque vencedor de la competición y pues cualificado para los Juegos próximos olímpicos de verano 1936 en Berlín, Uruguay renuncia a participar en el acontecimiento por razones económicas. Su delfín, Argentina, niega por las mismas razones. En definitiva, es Perú que es escogido para representar América del Sur en el momento de este acontecimiento.